Una casa típica, un interior contemporáneo donde no falta nada. Aquí desconectas de la vida de la ciudad. Con Marie-Louise charlamos, intercambiamos, disfrutamos de los postres bretones después de un largo viaje. La mesa puesta y las pequeñas delicias a la llegada te hacen olvidar instantáneamente el cansancio del viaje. Los animales también pasan unas estupendas vacaciones: los gatos se relajan en la soleada terraza, los perritos disfrutan del jardín bien cerrado. Mención especial para la sala de juegos y su futbolín que hará las delicias de los niños. A 3,5 km de la panadería donde cada mañana te esperan panecillos calientes. Realice paseos en bicicleta por el tranquilo campo y la estufa de leña será muy apreciada cuando regrese de las excursiones. ¿Quieres darte un capricho con mejillones o langostas bretonas? Punto de encuentro en el puerto de Locquémeau.
- Planta baja: salón con zona de cocina (estufa de leña), WC.
- Planta: 1 dormitorio (1 cama de 140x190), 1 dormitorio (2 camas de 90x190), baño con ducha y WC.
- Exteriores: cocina de verano.
Sala de juegos con billar y futbolín, lavadora (posibilidad de guardar bicicletas)
Precioso patio de grava de 140 m², terraza de 75 m² y jardín de césped de 75 m², todo cerrado.
Contiguo a un tercero, con privacidad bien preservada por el patio totalmente demarcado y cuidadosamente separado.